El Construcciones Quintana Castro sumó su primera victoria en casa de la temporada tras imponerse por 8-7 al Deportivo Alavés. El conjunto castreño tuvo que sufrir hasta el final para obtener los tres puntos, e incluso tuvo que remontar una renta de tres goles que los vitorianos obtuvieron en los primeros compases del choque. El encuentro entre castreños y vitorianos fue de lo más atípico. Un choque que tuvo de todo: alternativas constantes en ambas porterías, emoción y dos equipos que no se dieron por vencidos pese a que en algún momento del partido lo tuvieron todo en su contra.
El duelo parecía comenzar de cara para el conjunto castreño, que dispuso de las primeras ocasiones de gol, aunque serían los visitantes los primeros en golpear. A los tres minutos y prácticamente en su primera llegada a la portería de un Luisma Haro que cumplía cien partidos con el conjunto castreño, Asier enviaba de volea un saque de esquina al fondo de las mallas.
Un minuto después los vitorianos aprovecharían una contra para aumentar su renta. Con el conjunto rojillo aún acusando el mazazo, a los ocho minutos una nueva ocasión era desbaratada por Luisma Haro, aunque el rebote golpeaba en la rodilla de Fernando Pascual y se introducía en la meta castreña. Con 0-3 en el marcador, el Construcciones Quintana Castro pasaba por sus peores momentos, pudiendo incluso encajar algún tanto más ante un Alavés que se encontraba muy cómodo en la pista del Peru Zaballa.
Apoyándose en sus aficionados, el conjunto castreño logró capear el temporal y Chiqui Gil recortaba distancias a los trece minutos. Parecía que los rojillos podrían sobreponerse, y de hecho estuvieron a punto de subir el 2-3 al marcador un minuto después tras una clara ocasión de Borja que el meta Igor desbarató in extremis. En su lugar, una rápida contra alavesa culminada por Asier finalizaba con el 1-4 en el electrónico. El Futsal es así.
Tocaba apelar a la casta y al toque de corneta. Lozano volvía a reducir diferencias un minuto después y volvía a traer esperanzas a la sufrida parroquia local, que de nuevo encajaba otro mazazo un minuto después, cuando Isra enviaba a la red un saque de banda que pasó entre toda la defensa castreña.
Paradójicamente, con el 2-5 pareció sonar por fin el despertador para los castreños. Mejor tarde que nunca, los entrenados por Jero Ugarte se pusieron las pilas y en apenas dos minutos redujeron la diferencia a un solo tanto con dos goles Abel Macías, teniendo opciones incluso de igualar el marcador antes del descanso. Ambos equipos se retiraban a vestuarios con la sensación de que podían haber hecho más.
Los inicios de la segunda parte tuvieron color local. El Construcciones Quintana Castro logró culminar su remontada, un parcial de 5-0, subiendo un esperanzador 7-5 al marcador a los seis minutos y borrando prácticamente de la pista al conjunto vitoriano. Sin embargo, con dos tantos de ventaja los locales volvieron a bajar el pistón; Si a eso le unimos que el Alavés no quería bajar los brazos tan pronto, obtenemos un final de infarto para este encuentro.
Kuko reducía la diferencia castreña a un solo tanto en el ecuador de la segunda mitad. Tocaba sufir, y más teniendo en cuenta que el equipo rojillo no supo aprovechar una superioridad de dos minutos tras la expulsión del brasileño Vevé, uno de los mejores jugadores del cuadro vitoriano. A dos minutos del final, de nuevo cuatro contra cuatro, Sergio Izquierdo aprovechó un pase de la muerte de Chiqui Gil para establecer un 8-6 que parecía sentenciar el choque, más aún cuando a los pocos segundos el capitán visitante Raúl Azaceta recibía su segunda amonestación.
De cualquier forma, los rojillos tampoco aprovecharon su segunda superioridad para sentenciar el choque. Es más, tras un contragolpe conducido por Sergio Izquierdo que el portero visitante cortó con una clara falta que hubiera supuesto un lanzamiento de diez metros para el Construcciones Quintana Castro, el Alavés logró establecer el 8-7 pese a contar solo con tres jugadores de campo. Restaba poco más de un minuto que toda la parroquia castreña tuvo que vivir con el corazón en un puño. Los visitantes se la jugaron con Asier como portero jugador, pero el Construcciones Quintana Castro supo aguantar su renta, sumar su cuarta semana consecutiva sin conocer la derrota y obtener sus primeros tres puntos ante sus aficionados.
Unos aficionados que sin duda también tienen parte de mérito en la victoria castreña, ya que no dejaron de animar a su equipo pese a encontrarse en varias fases del partido con una abultada diferencia en contra, apoyo que los componentes del cuadro rojillo supieron recompensar una vez finalizado el choque.
La próxima semana, el Construcciones Quintana Castro se desplazará hasta tierras catalanas para medirse al recién ascendido Laguna Playas de Salou. El choque ante el equipo catalán será el preámbulo de un durísimo mes de Noviembre en el que los rojillos deberán medirse de forma consecutiva a varios de los aspirantes a una plaza en los Play-Off como Manacor, GSI Bilbo, Marfil Santa Coloma o Armiñana Valencia.
CONSTRUCCIONES QUINTANA F.S. CASTRO URDIALES